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Archivos para julio 2025

El i+12 participa en «Proyecto Molecular», el más ambicioso de los becados por la Fundación Mutua Madrileña

El Instituto de Investigación i+12 participa, a través de la Unidad Mixta con el Hospital 12 de Octubre, y de los doctores Ramón García-Escudero y Sonia del Marro, del grupo de Oncología Genitourinaria y Celular y Molecular en el «Proyecto MOLECULAR», el más ambicioso de los becados por la Fundación Mutua Madrileña, dentro de sus XXII Ayudas a la Investigación Médica.

El “Proyecto MOLECULAR” es un trabajo colaborativo en el campo de la oncología en el que participan equipos de cinco comunidades autónomas distintas. El objetivo es desarrollar un modelo multiómico y de inteligencia artificial (IA) para la predicción y el tratamiento personalizado del cáncer de cabeza y cuello localmente avanzado, un tumor cuya supervivencia global a cinco años es de alrededor del 50 por ciento.

En España se diagnostican alrededor de 9.000 nuevos casos al año, según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Este ambicioso proyecto pretende abordar clínicamente estos tumores mediante varias herramientas innovadoras: biopsia líquida, enfoques multi-ómicos que combinan datos genómicos, transcriptómicos y epigenéticos y modelos predictivos basados en IA.

«Proyecto MOLECULAR» se coordinará desde el Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de Valencia. En él, además del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre (Instituto i+12), también colaborarán profesionales del Instituto de Investigación Sanitaria (IDIS) de Santiago de Compostela; el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) y del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) Barcelona.

El acto de entrega ha tenido lugar en Madrid y en total han sido beneficiados 23 nuevos proyectos, en los que participan investigadores de 18 centros de 9 comunidades autónomas diferentes, que se desarrollarán en las áreas de los trasplantes, enfermedades raras infantiles, las lesiones graves traumatológicas, la oncología y la salud mental infanto-juvenil.

Los proyectos de investigación han sido seleccionados por el comité científico de la fundación, que preside el doctor Rafael Matesanz, y del que forman parte los doctores Ana Lluch, Enriqueta Ochoa, Miguel Caínzos, Antonio Torres y Fernando Marco.

Forman parte también del equipo de investigación del i+12 en este proyecto Corina Lorz (Biomédica), Ramon Gutierrez (Cirujano Maxilofacial), Alejandro Alarcón (Cirujano Maxilofacial), y Maria Claudia Mota (Otorrinolaringologa).

 

FUENTE: Noticias H12O

Un nuevo equipamiento convertirá al Instituto de Investigación del 12 de Octubre en el mejor dotado tecnológicamente para el análisis y detección de enfermedades mitocondriales

El Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre (Instituto i+12) contará con un nuevo equipamiento para estudiar las alteraciones del metabolismo en enfermedades raras mitocondriales, consistente en tres grandes equipos que lo convertirán el mejor preparado tecnológicamente para la detección de este tipo de enfermedades. Esta innovación será posible gracias a una ayuda para dotación estructural concedida por la Fundación Ramón Areces, dentro de una de las dos líneas del Programa PINERA de 2024, cuyo objetivo es impulsar la investigación de enfermedades raras.

Los equipos permitirán estudiar la función de las mitocondrias -estructuras dentro de las células- que se encargan de generar la mayor parte de la energía que la célula necesita. El consumo de oxígeno indica cómo se produce la oxidación de los nutrientes y cuánto de energía está produciendo la mitocondria. Para ello, analizarán y medirán ese consumo. Los datos aportados por este parámetro servirán para conocer, tratar y diagnosticar con más precisión la existencia de enfermedades mitocondriales en el futuro.

Estas enfermedades son un grupo heterogéneo y están provocadas por mutaciones genéticas que impiden el correcto funcionamiento de las mitocondrias como “centrales productoras de energía. Cuando esto falla, las células no disponen de suficiente energía para realizar sus funciones como crecer, dividirse, regenerar los tejidos etc…Ello origina estas patologías raras y crónicas que cursan con muchos síntomas al afectar al sistema nervioso, los músculos, los órganos y los tejidos con mayores necesidades energéticas”. Lo explica la coordinadora científica de este proyecto María Jesús Morán Bermejo, del grupo de investigación en  Enfermedades Raras, Mitocondriales y Neuromusculares del Instituto de Investigación i+12.

Para la doctora Morán Bermejo “poder medir con precisión y mucha sensibilidad cómo están funcionando las mitocondrias utilizando plataformas que permiten hacer medidas múltiples es muy importante para analizar los efectos biológicos de nuevas mutaciones que puedan identificarse durante el proceso diagnóstico de pacientes con estas enfermedades. Estos equipos nos harán ganar una potencia técnica muy importante. Suponen un salto fundamental en la calidad y por tanto en el resultado de los estudios científicos y en la velocidad, porque permiten analizar muchas muestras a la vez, y también distintos aspectos, como ver el efecto de los tratamientos. Es decir, se trata de una tecnología muy versátil”. “Este equipamiento puntero –continúa- seguramente nos convierta en el Instituto de Investigación con mejor dotación tecnológica para analizar el metabolismo mitocondrial y la detección de las enfermedades mitocondriales”.

El Hospital 12 de Octubre es centro de referencia nacional para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con este tipo de enfermedades, independientemente de su comunidad autónoma de origen.

 

FUENTE: Noticias H12O

Un estudio liderado por investigadores del Instituto i+12 evidencia la necesidad de replantear los tratamientos para la adicción al alcohol

Un estudio liderado por investigadores/as del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre (Instituto i+12) pertenecientes al Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre (H12O), en colaboración con la Universidad Miguel Hernández, concluye que dos años después de finalizar un programa de tratamiento, las personas con dependencia alcohólica moderada o grave siguen mostrando una elevada reactividad ante estímulos relacionados con el alcohol y están en riesgo de recaída. El trabajo, que ha analizado para ello los niveles de cortisol, apunta a la necesidad de revisar tanto la duración como el enfoque de los tratamientos actuales implementando los programas de apoyo a la recuperación. Este estudio ha sido publicado en la revista Frontiers in Psychiatry‘.

Según Gabriel Rubio, responsable del Área de Neurociencias y Salud Mental del Instituto i+12, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre y catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, es posible evaluar la presencia de ciertos marcadores biológicos de la adicción. En este estudio, se ha tenido en cuenta la respuesta al cortisol cuando los pacientes observaban imágenes relacionadas con el alcohol. “Es sabido que el cortisol es una hormona que el cuerpo libera en situaciones de estrés. Los resultados indican que la reactividad hacia las imágenes de alcohol y los niveles de cortisol antes y después de su visualización no se modifican significativamente ni siquiera tras años de abstinencia” explica el doctor Rubio, para quien “este tipo de respuesta ocurre de forma automática, sin necesidad de que la persona tenga deseos conscientes de beber”.

El problema no es tanto tener “altos niveles de cortisol” explica el responsable del Área de Neurociencias del i+12, como que el sistema de respuesta al estrés no funciona adecuadamente. Este patrón de respuesta, conocido como blunted cortisol response, es un indicio de sobrecarga del eje del estrés.  “Es decir, una persona con adicción al alcohol, aunque está en abstinencia, tiene activada de forma permanente su respuesta de estrés, lo que facilita que priorice el consumo de alcohol y aumente el riesgo de recaída”.

En el mismo sentido, el profesor de Farmacología Jorge Manzanares, quien realiza su investigación en el Instituto de Neurociencias, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC-, subraya que “el cortisol es un buen indicador del impacto que tiene un estímulo en nuestro cuerpo, y hemos observado que su concentración aumenta cuando una persona se expone a imágenes o situaciones que su cerebro relaciona con el alcohol”. Añade, además, que esta alteración era más marcada en hombres y en personas que habían tenido recaídas durante el proceso, lo que sugiere que la vulnerabilidad al estrés puede mantenerse con el tiempo. “Considerando que medir el cortisol en saliva es un procedimiento sencillo y poco invasivo, podría utilizarse como herramienta para identificar quiénes tienen más riesgo de sufrir recaídas o problemas médicos relacionados con el estrés crónico”, apunta Manzanares.

En este estudio se evaluaron 154 pacientes del Programa de Tratamiento del Alcoholismo del Hospital Universitario 12 de octubre (Madrid) en dos momentos: al inicio del tratamiento y dos años después de finalizarlo. Los síntomas de ansiedad, depresión e impulsividad disminuyeron con el tiempo. Por el contrario, los niveles de reactividad a estímulos visuales relacionados con el alcohol y la respuesta del cortisol se mantuvieron estables. Además, los pacientes seguían presentando diferencias marcadas respecto a un grupo control de personas sin problemas de adicción.

Gabriel Rubio destaca que estos datos confirman el carácter crónico del Trastorno por Uso de Alcohol: “Los resultados subrayan que dejar de beber no significa haberse recuperado de la adicción. Las huellas que deja el alcohol en el cerebro requieren estrategias de recuperación sostenidas en el tiempo, al menos durante cinco años, y personalizadas”. Según el experto, es crucial implementar programas de continuidad de cuidados que apoyen a las personas en recuperación en su entorno habitual, para evitar recaídas y consolidar una recuperación basada en valores.

Este trabajo ha sido financiado por el proyecto PI22/00355 del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), cofinanciado por la Unión Europea. También ha contado con el apoyo de la Oficina Regional de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, la Federación de Ex-Alcohólicos de la Comunidad de Madrid y la Red de Investigación en Atención Primaria de Adicciones (RIAPAd). El Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, donde se ha llevado a cabo parte del estudio, cuenta con la distinción Centro de Excelencia Severo Ochoa (CEX2021-001165-S).

Referencia bibliografica: Rubio, G., Marin, M., Martín-Arriscado Arroba, C., Rubio-Escobar, E., Arias, F., Torregrosa, A. B., & Manzanares, j. Changes in neurobiological markers of reactivity to alcohol-related stimuli in alcohol-dependent patients after two years of treatment. Frontiers in Psychiatry,16, 1613169. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2025.1613169

 

Un ensayo clínico liderado por investigadores/as del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre demuestra que un tratamiento innovador reduce la mortalidad por neumonía asociada en niños menores de un año con VIH

Un equipo internacional liderado por el Grupo de Innovación en Infectología Pediátrica Global del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre (Instituto i+12), en colaboración con centros de investigación de Europa y África, ha demostrado que un tratamiento basado en la administración de valganciclovir es capaz de reducir significativamente la mortalidad infantil por neumonía en lactantes con VIH. Los resultados del ensayo clínico EMPIRICAL suponen un importante avance médico y podrían ofrecer una oportunidad de vida para muchos niños con esta enfermedad, especialmente en numerosos países del continente africano, ya que la neumonía grave en este perfil de pacientes de esas zonas geográficas es la principal causa de fallecimiento.

El proyecto EMPIRICAL -Empirical treatment against cytomegalovirus and tuberculosis in HIV-infected infants with severe pneumonia-, financiado por la Unión Europea (EDCTP2) y desarrollado en Costa de Marfil, Uganda, Malawi, Mozambique, Zambia y Zimbabue, es el primer ensayo clínico mundial que analiza los beneficios de un tratamiento empírico frente a citomegalovirus (CMV), con valganciclovir, y frente a la tuberculosis (TB), con tuberculostáticos, en bebés que viven con VIH y neumonía grave.

Los resultados del ensayo, presentados este lunes en el Congreso Mundial de VIH (IAS) celebrado en Ruanda, han demostrado que al añadir el jarabe de valganciclovir al tratamiento antibiótico estándar frente a la neumonía, se reduce de forma relevante la mortalidad evaluada a los 15 días de tratamiento. En cambio, el tratamiento empírico con fármacos para la tuberculosis no mostró una reducción en la mortalidad. No obstante, ambos tratamientos demostraron ser seguros y no se observó mayor toxicidad en los niños que los recibieron.

El estudio ha sido coordinado por los doctores Pablo Rojo, Cinta Moraleda, y Alfredo Tagarro, del Grupo de Innovación en Infectología Pediátrica Global del Instituto i+12. “Este hallazgo representa un hito en la lucha contra la mortalidad infantil asociada al VIH. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya está evaluando estos resultados para decidir si recomienda oficialmente el uso de valganciclovir en todos los niños que viven con VIH menores de un año que presenten neumonía grave y enfermedad avanzada” afirma el doctor Rojo, quien considera que “esta medida podría transformar los protocolos de neumonía en niños en países con alta carga de enfermedad y recursos limitados”.

SOBRE EMPIRICAL

La Asociación de Ensayos Clínicos de Países Europeos y en Desarrollo -EDCTP- seleccionó en 2019 el proyecto EMPIRICAL. Se centra en el estudio de la infección por citomegalovirus y tuberculosis, ambas muy relacionadas entre sí por ser dos enfermedades que tienen síntomas similares y difícil diagnóstico, y se presentan principalmente en lactantes de países en vías de desarrollo, siendo también ambas muy frecuentes e infradiagnosticadas en niños que viven con VIH.

El consorcio que financia el proyecto EMPIRICAL está constituido por 15 instituciones internacionales, incluyendo varios centros académicos y hospitalarios de los países africanos implicados. Es fruto de un esfuerzo conjunto entre investigadores, pediatras, instituciones sanitarias y organismos internacionales que, para los investigadores del Instituto i+12, “pone de manifiesto el poder de la ciencia colaborativa y su impacto positivo en la mejora de la salud infantil a nivel global”.

 

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