El Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre (Instituto i+12), inicia junto a la ONCE la segunda fase de un proyecto de investigación cuyo objetivo es mejorar e incluso restaurar la visión en personas con neuropatías ópticas, un tipo de patología que es causa frecuente de ceguera. Se trata de crear en el laboratorio células ganglionares puras de la retina y en suficiente cantidad como para sustituir las que están dañadas en pacientes con este tipo de patologías. Las células ganglionares son un tipo de células que forman parte de la retina y cuya principal función es la de enviar al cerebro las señales que se convertirán en las imágenes que vemos.

Este trabajo tuvo una primera fase de un año que consistió en la búsqueda y producción de materiales que permitieran generar este tipo de células. Un objetivo que, según la doctora Mª Esther Gallardo, investigadora principal de este proyecto del Instituto i+12, se ha logrado pero solo parcialmente porque las células creadas están mezcladas con otras, es decir no tienen la suficiente pureza y, además, no se generan en número suficiente, apenas un 30 por ciento de las necesarias.

Para la creación de células ganglionares de la retina de alta pureza, el grupo de investigación liderado por la doctora Mª Esther Gallardo utiliza tecnología de iPSCs -un tipo de células madre creadas en laboratorio y que pueden dar lugar a cualquier tipo de célula del cuerpo-, combinadas con biomateriales que, en esta segunda fase serán texturizados. Es decir, crearán sobre ellos estructuras como pilares, canales o agujeros utilizando unos láseres, denominados de femtosegundo, que trabajan en millonésimas de segundo y que reproducen con la máxima precisión las microincisiones a realizar.

Según la doctora Gallardo “esperamos que, al texturizar los materiales, las células crezcan más orientadas, más funcionales y en cantidad suficiente para ser susceptibles de aplicar en terapias de reemplazamiento de las células dañadas o perdidas”.

Las neuropatías ópticas son una causa frecuente de ceguera. Son muy heterogéneas y tienen etiologías muy diversas, entre las que se incluyen las hereditarias, como es el caso de la atrofia óptica dominante, una enfermedad rara y progresiva que suele causar pérdida de visión y que no tiene tratamiento. Se trata de una de las formas de neuropatía más frecuente, en la que se produce una degeneración específica de las células ganglionares de la retina lo que compromete la transmisión de la información visual desde ésta al cerebro. También cursan con pérdida de células ganglionares de la retina, la neuropatía óptica hereditaria de Leber o el glaucoma.

Proyecto del «Grupo de Investigación Traslacional con Células iPS» del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre i+12, liderado por la doctora Mª Esther Gallardo (Investigadora principal del proyecto colaborativo entre el i+12 y la ONCE).

FUENTE: Comunicación H12O.